El
crecimiento de la población y el desarrollo tecnológico
de nuestros tiempos han originado novedosas formas de confort
para los habitantes, lo cual a su vez se traduce en mayor variedad
de instalaciones y equipos, y, en consecuencia, en una demanda
creciente de energía, difícilmente satisfecha por
la oferta convencional. Estudios y aproximaciones recientes —como
las conclusiones de la Cumbre de Río en junio de 1992,
el Protocolo de Kyoto en diciembre de 1997 y la Cumbre de Johannesburgo
en 2002— han identificado la necesidad de reordenar y repensar
el consumo de energía en el mundo, para reducir así
las emisiones de gases al ambiente; también se ha concentrado
la mirada en el tema de las edificaciones, responsables del consumo
de alrededor de 40% de energía en las ciudades. En consecuencia,
disciplinas como la Arquitectura e Ingeniería se han visto
en la necesidad de repensarse con una mayor armonía con
el medio ambiente y en consecuencia una reducción del consumo
de energía.
Una
interacción adecuada entre la arquitectura y el medio ambiente
debe extraer beneficios de las condiciones climáticas particulares
y de los recursos naturales para elaborar soluciones propias,
en función de un mayor ahorro de energía sin menoscabo
de la calidad de vida. Los criterios de diseño para concebir
edificaciones con alta eficiencia energética deben estar
dirigidos a privilegiar el acondicionamiento pasivo y la iluminación
natural, así como a usar racionalmente el acondicionamiento
mecánico cuando las necesidades de uso así lo requieran.
El
Manual de Diseño
para Edificaciones Energéticamente Eficientes en el Trópico,
constituye una publicación idónea para el contexto
antes descrito, está dirigido a arquitectos, ingenieros,
diseñadores y constructores. Contiene recomendaciones para
el diseño arquitectónico y la dotación de
instalaciones y equipos de edificaciones residenciales y de oficinas,
basados en criterios de eficiencia energética. Este objetivo
se integra en cualquier etapa del proceso de diseño con
el cumplimiento de las exigencias humanas fisiológicas,
sociológicas, psicológicas y económicas,
de tal manera que se preserve la calidad de vida de los usuarios
y la productividad.
La
Guía del Consumidor
de Energía Eléctrica en Viviendas y Oficinas
está orientada al público no especializado. Incluye
recomendaciones de arquitectura y de instalaciones y equipos,
fáciles de aplicar pero de amplio impacto para la calidad
de vida y la racionalidad energética. Además hace
énfasis en la adopción de hábitos de consumo
adecuados.
Ver Código Nacional de Habitabilidad. Para la vivienda y su Entorno. IDEC/IU/UCV.
Premio Nacional de Investigación en Vivienda 2001